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lunes, 11 de mayo de 2009

Mejorando la materia prima


Antiguamente en la elaboración de la harina, el grano era limpiado artesanalmente en un proceso un tanto largo que partía con desgranar la espiga de trigo y luego manualmente con la ayuda de un platillo de cáñamo y el viento, se limpiaba de todas las impuresas mientras los granos eran aventados para luego recibirlos sobre el recipiente sin pajas de la espiga y listos para ser molidos, esta acción se repetía una y otra vez hasta tener la cantidad adecuada de trigo “limpio” para elaborar la preciada harina. Era un trabajo árduo y tedioso, que requería de mucha paciencia y tiempo.

Hoy hago una comparación del preceso de mi entrenamiento con esta acción y creo que tienen mucho en común, ya que luego del trabajo serio y conciensudo de un par de años, he tratado de remover todos mis granos para sacar las impuresas y poder así de una vez por todas comenzar a elaborar mi harina, pero cuando creo que estoy casi a punto, me doy cuenta que me falta mucho trigo por lanzar al viento.
Lo bueno, en todo caso, es que sólo entrenando continuamente, lanzando nuestros granos al viento marcial, afloran las cosas negativas que debemos trabajar para continuar creciendo en el camino del Budo.
El grano revuelto de impuresas es difícil de limpiar, muchas de ellas son invisibles superficialmente, sólo moviéndolo reiteradamente las basuras afloran en su superficie, permitiéndonos tomarlas fácilmente con la mano, sacárlas de ahí y luego buscar más.

Por ahora estoy enfocado en sacar lo mejor de mí para terminar un preceso el cual identifico como “mejoramiento de mi persona”, ya que desde aquí, una vez conforme con los logros, crecer en el Budo.

Soy un convencido que sin una buena materia prima, en este caso nuestra persona, nos estancamos en nuestro crecimiento como budokas. Nuestro taijutsu es testigo y juez de eso, refleja perfectamente como crecemos en cuerpo, mente y alma.

Hagamos que cosas bellas nazcan de nosotros, bellas y simples como un campo de trigo maduro movido por la brisa bajo un bello cielo estival.

A seguir entrenando con fuerza!
Gambatte.

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