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domingo, 13 de septiembre de 2009

Cinco nuevas semillas


El tiempo pasa rápido, muchas veces más de lo que nos alcanzamos a dar cuenta. La semana pasada entregué a 5 de mis alumnos su 9no Kyu, lo que en tiempo significa que han pasado para la mayoría 6 meses de práctica y continuo entrenamiento.
Lo importante para mí es que con el trabajo que se ha realizado en el Butoku Dojo ha permitido que 5 personas puedan conocer el Budo de Hatsumi Sensei, un gran tesoro que sólo es disfrutado cuando nos esforzamos de corazón por él. Creo que Andrés, Ignacio, Leo, Raul y Lorena ya comienzan a sentir que esto es mucho más que "aprender a defenderse", es crecer uno mismo como persona, comenzar a prenderse para iluminar espacios y que esa luz llegue a los que los rodean. Es raro pensar que uno comienza la búsqueda de un arte marcial con el objetivo de aprender técnicas, de ocupar nuestro cuerpo como nunca antes lo habíamos hecho e incluso por ser más fuerte que los demás y obviamente demostrarlo. Es raro, porque no nos damos cuenta cuando esa búsqueda ha terminado y nuestros objetivos han cambiado, pues pronto las técnicas son pretextos y los entrenamientos son encuentros con los amigos.

Es raro también entregar nuestro cuerpo para que otra persona "experimente con él" y además de eso nos dé una buena aporreada de vez en cuando... más raro aún, es luego levantarse con una sonrisa, sentir que todo va bien y seguir entrenando como si nada. ¿En qué otro lugar se da esto?
Hoy poco a poco se van realizando algunos de mis anhelos, entre ellos poder compartir lo bello del Budo con mis alumnos y que ellos comprendan también ese sentimiento, que vivan este mundo que han encontrado, pues una vez que uno pone un pie por primera vez en el tatami, se abre un mundo que antes en nuestra vida no existía, un mundo que nos estábamos perdiendo, pero que por esas "cosas raras del Budo" se cruza en nuestro camino. Sólo con entrenamiento contínuo y perseverancia podremos sacarle el jugo a ese mundo. Por eso es mi alegría de hoy, el saber que 5 personas más comienzan a experimentar en sus vidas el Budo, saber que 5 semillas han sido plantadas y comenzarán a crecer.
Mención aparte para mi alumno más avanzado, Eduardo Reyes, que ha sido partícipe importante en este paso del Butoku Dojo.

Espero que el viento marcial siga soplando por estas tierras, ayudando en el proceso de las semillas y acariciando a los tallos que vamos creciendo.
Daniel.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

bonitas palabras, estan llenaas de sentimientos, te agradesco que nos enseñes este arte como tu lo haces, siempre preocupandote de que aprendamos y lo hagamos de la forma correcta, que bajemos nuestros kamaes y salgamos en 45 grados, en un comienzo cuesta pero con entrenamiento lo bamos adquiriendo en nuestros movimientos.


gracias butoku dojo!!!

Andres

mr wolf dijo...

Gracias por tu dedicación para con nosotros Daniel, por guiarnos en en camino del budo.

Ignacio.

Nocturnus dijo...

Hola Daniel, excelentes palabras, mucho sentimiento y bien expresado (que es lo que cuesta mucho jaja), felicidades a todo Butoku Dojo.
nos vemos.