El tallo del bambú por fin se asoma.

Se dice que las raíces del bambú están 7 años bajo tierra para que luego podamos ver crecer su tallo sobre la tierra. El crecimiento de éste es rápido y vigoroso, por lo que al poco tiempo se vuelve fuerte. De esa forma también suceden las cosas en la Bujinkan y en todo aspecto de la vida, pues necesitamos evolucionar hasta dar nuestros mejores frutos, un estudiante medicina estudia durante casi 10 años para ser un gran doctor, así un arquitecto cerca de 7, etc. En Bujnkan un shidoshi debiera tener 1o años de entrenamiento antes de pasar el godan test. En otros casos (la mayoría) la vida se encarga de una u otra forma de tomarnos el tiempo para que podamos germinar como seres humanos, así acuñamos dichos como "por algo será", "la vida es muy sabia", "tal vez no era el momento", etc. y cuando menos lo esperamos las cosas buenas se dan solas, sin necesidad de buscarlas o apurarlas.
Hoy el Butoku Dojo por fin se asienta en un lugar definitivo, el continuo peregrinar llega a su fin para que de una vez por todas esas raíces, que por más de 4 años años han estado creciendo bajo tierra, le puedan hoy dar tiraje a una bella y fuerte planta. Aún no conozco como será su aspecto, pero de algo estoy seguro, dará muy buenos frutos.

Así, desde junio de este año las clases se realizan en la Sociedad Japonesa de Beneficencia (Alcántara 772), los días lunes, miércoles (20:30 a 22:00 horas) y sábado (14:00 a 16:00 horas). Es un bello lugar donde se respira la tradición japonesa y el amor por las artes de ese país.

Bienvenidos!